miércoles, 26 de enero de 2011

Grecia 2.0: Delfos y la vuelta a Atenas

Viene de aquí

Atenas - Delfos, 15€ la ida, 3 horas de viaje... pero experimentar la conducción griega NO tiene precio. Toda una experiencia oigan.

Un poco más al norte del Golfo de Corintio y enclavado en las montañas se encuentra este pequeño y fascinante pueblo conocido por el Oráculo de Apolo y el Templo de Atenea. Llegamos anochecido, fuimos al hotel (Hotel Sybilla), menuda sorpresa lo bien que estaba para lo barato que fue, una vuelta por el pueblo (menudas cuestas), cena y a la cama pronto que mañana será largo el día.

Iglesia en Delfos
Visitamos tanto el Templo de Atenea (gratuito) como el Oráculo de Apolo (volvimos a entrar gratis, por los carnets de estudiante) y el Museo de Delphi. Hablar es absurdo, las fotos hablan por si solas, si se visita ya es simplemente superior.

Vista desde la ventana del hotel
¿Cuál primero? 
Gimnasio


Templo de Atenea
Tesoro de Atenas
Oráculo de Apolo 
Teatro de Apolo
Estadio
Después de comer emprendimos la vuelta hacia Atenas, las tres horas se hicieron más largas aún pues Delfos es una preciosidad de sitio. Por la noche, en Atenas, salimos a un bar en la terraza de un edificio, tan inusual como espectacular, con vistas a la Acrópolis. Jamás pensé que Grecia me pudiese llegar a gustar tanto.

Acrópolis desde Monastiraki
A pesar de cosas como esta...
Huelga
Sé que volveré.

martes, 25 de enero de 2011

Grecia 1.0: Atenas

Antes de empezar la erasmus hice una promesa (sí, siempre he sido de tener la boca grande), tenía amigos en Grecia y había que visitarles a cambio de que me devolviesen la visita, claro está y... ya se sabe, si se fueron a Grecia fue por el clima, no por la bonanza económica y enero no es buen momento para visitar Polonia, total, que me tocaba a mí.

La verdad que tuve suerte, temporada baja, precios más asequibles y menos gente, clima suave... Un placer vamos. Por si fuera poco cogí un vuelo de estos que se cogen sólo una vez en la vida Wroclaw-Frankfurt-Atenas y la vuelta por Munich, por poco más de 62 €, ¡¡¡con Lufthansa!!! Parecía que todo estaba saliendo perfecto pero... NO. Por suerte pude recuperarme in-extremis de un gripazo que me tumbó en la cama 3 días e ir al viaje.

El martes día 18 de enero estaba cogiendo un vuelo en el aeropuerto de Wroclaw en dirección a Frankfurt, allí me esperaban 6 horitas de nada hasta la salida de mi siguiente vuelo hasta mi destino final Atenas. Volar con Lufthansa es un lujazo, es una de esas compañías que ofrece al cliente un trato en tierra ejemplar, por supuesto también en vuelo, dan de comer en el avión, incluyen 20 kg de equipaje facturado en el precio y puedes llevar una bolsa pequeña aparte del equipaje de mano, ni que decir tiene que son un reloj y los aviones bastante cómodos.

Llego a Atenas a las 11 de la noche, 12 de la noche en Grecia, como siempre, la primera en la frente. Yo debía de salir del aeropuerto y coger el metro, línea 3 en dirección a Syntagma-Monastiraki, pero... Resulta que en Grecia cada día hay una huelga de algo, adivinad a quién le tocaba hoy, exacto, al metro. Empiezo a preguntar y una chica me orienta sobre un bus especial que me lleva a la Plaza Syntagma (en una horita de nada y al módico precio de 3 € ¬_¬). La chica también me dijo que había más opciones para llegar al centro, algunas incluso más rápidas, pero había que hacer trasbordos en algunos suburbios que es mejor evitar. Finalmente cojo el bus y a las 1 de la mañana llego a Syntagma, me esperan allí y directamente a dormir (salí a las 9 de la mañana).

Πλατεια Συνταγματος (Plaza Syntagma)

Amanece y nos despertamos pronto, el día va a ser largo. Hoy toca ver la joya de la corona ateniense: La Acrópolis. Este complejo está dividido en 6 módulos, la entrada cuesta 12 € aunque también se pueden comprar individualmente. Con el carnet de estudiante cuesta la mitad, nosotros tuvimos suerte, al ir con algunos estudiantes con carnet griego entramos gratis. Empezamos el recorrido por la Antigua Ágora (la razón es simple: por aquí la subida es más larga pero menos pronunciada xD), aprovechamos para visitar Kerameikos (el antigüo cementerio) y la Torre de los Vientos.

Propileos
Después de esto subimos hacia el Partenón, el simple hecho de avistar los Propileos en la entrada de la Acrópolis ya es impresionante, la baba termina por caerse cuando te lo encuentras de frente así

Παρθενών
cualquier cosa que se diga sería quedarse corto, es, sin duda, uno de los edificios más impresionantes que he visto en mi vida. Otro de los atractivos de la Acrópolis es el Erecteión y sus famosas Cariátides.

Καρυάτιδες
Seguimos hasta el final de la Acrópolis, donde está la bandera griega y se despliega un mirador impresionante. Para mi gusto, aunque el Partenón no luce igual desde atrás, este es el sitio perfecto para contemplar la Acrópolis. Todo el tiempo que invertimos aquí (más de una hora) fue poco e insuficiente. Hacia el otro lado se puede ver la inmensidad de Atenas, con el Monte  Lycavittos, o un poco maś al sur con el Templo de Zeus Olímpico y el Estadio.


Templo de Zeus Olímpico
Monte Lykavittos
Estadio Olímpico
Se cuenta que, en este punto, en la II Guerra Mundial, cuándo los nazis ocuparon Grecia y ordenaron quitar la bandera griega de la Acrópolis, el Evzone Konstantinos Koukidis, guardia de la bandera en aquel momento, se negó a entregarla a los alemanes, envolviéndose en ella y saltando al vacío hacia su muerte. 

Tras dejar la Acrópolis bajamos por la ladera contraria a la que subimos, hacia el barrio de Plaka, pasando antes por el Odeón de Herodes Ático y el Teatro de Dionisio.

Teatro de Dionisio
Odeón de Herodes Ático
En un pequeño restaurante de Plaka comimos una Mousaka genial, nos trataron de forma estupenda y los postres fueron incluso mejores, por fin probé el yogur griego (el de verdad). Visitamos el Templo de Zeus Olímpico y el resto de la tarde se nos va visitando el Museo de la Acrópolis (último módulo incluido en la entrada) y para casa, pasando antes por Monastiraki a comprar fruta fresquísima, el día había sido largo. Por cierto, ya sé la frase más importante en griego: Θέλω μια μπύρα, παρακαλώ ("celo mia bira, parakaló" es la lectura fonética en castellano, ¿el significado? Una cerveza, por favor)

Templo de Zeus Olímpico y la Acrópolis

El segundo día (parece que llevo un mes en Atenas) fue para visitar otras partes de la ciudad, más modernas. La Academia de Atenas, la Bibloteca Nacional, el barrio de Kolonaki y el Monte Lykavittos. Comida rápida en Syntagma, visita al Estadio Olímpico (donde había una celebración) y un paseo por la Av. Amalia (Λεωφόρος Βασιλίσσης Αμαλίας) hasta Syntagma de nuevo. El día terminó con un paseo por la zona de Monastiraki, tiendas, mercadillos y una cena al lado de la Biblioteca de Adriano.

Academia de Atenas
Subir al Lykavittos se puede hacer en un funicular, cuesta 3,50 € la ida (7 ida y vuelta), en realidad subir en funicular es absurdo (aunque nosotros lo hicimos), se puede llegar a pensar que es más cómodo, pero las cuestas y escaleras en Kolonaki te las vas a subir igual, total, ¿qué son 100m mas de desnivel? Desde arriba las vistas son impresionantes, parece que la ciudad jamás acaba, desde aquí la Acrópolis se ve tan pequeña... Arriba también hay una ermita, la de San Jorge (Άγιος Γεώργιος) y un restaurante, donde mejor no te tomes ni un mísero café si no quieres morir desangrado.

Calle en Kolonaki
Vista desde arriba
Ceremonia en el estadio (ayy omá xD)
Acrópolis desde el Estadio
Estadio Olímpico
Al día siguiente dimos una pequeña vuelta por Plaka y Monastiraki por la mañana y emprendimos una odisea para ir hacia una estación de autobuses (el urbano que nos debía llevar había desaparecido), finalmente conseguimos un taxi desde Syntagma por un precio bastante asequible (12 €) y acordado previamente para evitar sorpresas. Comimos en la misma estación de autobuses (mmm tirópitas de feta...) y para Delfos.

Sigue aquí

lunes, 17 de enero de 2011

Opole con y sin nieve

Mientras me recupero de una gripe que me ha tumbado 4 días reflexiono sobre lo paradójico que resulta irme a casa por navidad con Polonia cubierta por una capa cercana al medio metro de nieve y que, a día de hoy, no quede nada de ella.

Dicen los nativos que desde entonces no ha nevado, cuando regresé la semana pasada pude comprobarlo in situ. Lo único que quedaba de la nieve eran pequeños montones de haber paleado para limpiar las entradas a los edificios, generalmente muy marrones y de nieve prácticamente podrida. No es que haya hecho calor precisamente en diciembre-enero. El problema han sido las lluvias, se han llevado todo el manto blanco.

Os dejo algunas fotos de lo que es Opole sin nieve y con ella. Mañana marcho a Grecia una semana.


Entrada a la residencia

Desde la Residencia

El campo de fútbol de la residencia

Parque Piastowska

Parque frente a Sokrates
Más del parque


Pequeña Venecia nevada

Pequeña Venecia sin nieve

Ozimska en una tarde de Octubre
Odra en calma. Octubre

El Odra a punto de desbordarse por el deshielo. Enero

martes, 11 de enero de 2011

Regreso a Polonia o "De la odisea que supone llegar vía Katowice"

Que sí, que te permitirán 32 kilazos de maleta y lo que tu quieras, pero que lo de Madrid-Katowice, si no fuese porque no hay otra opción que no suponga escalas lo iba a hacer Rita la Cantaora. En fin, procedo a narrar, más o menos, la odisea.

10 de enero. A las 9 de la mañana salgo de Granada en bus, dirección Madrid, 5 horas que transcurren con normalidad.

14.00. Llego a la Estación Sur de Autobuses, voy al metro y para Barajas directo.

15.15. Llego a Barajas. Aquí camino hacia la T1 dónde ya esperan algunos compañeros que van conmigo en el mismo vuelo.

19.30. Ya hemos facturado el equipaje (32 kilos, la mayoría en viandas y chacinas que en Polonia no encontraremos) y vamos para el área de seguridad, creedme, en Barajas no esperéis hasta tan tarde, se va más de media hora.

20.30. Estamos en el avión, deberíamos haber salido ya pero seguimos parados. 30 min de retraso, empieza a oler a podrido en Wizzair.

00.15. Aeropuerto de Katowice. Soportar 3 horas de vuelo en un avión de este tipo sin estar en las salidas de emergencia es un puto suplicio. ¡Nunca más!

01.20. Estación Central de Katowice. En el bus que nos ha traído el único que era polaco era el conductor, parece que todos los erasmus españoles han elegido este vuelo para volver tras navidad. Vamos 5 personas a Opole y unas 40 a Rzeszów (que se pronuncia "llisuf" por cierto), en el este de Polonia. Aquí nos despedimos.


Equipajes
02.47. Llega nuestro tren, por fin. Programamos la alarma para la hora de llegada a Opole, a dormir.

05.00. Llegamos a la residencia. En mala hora me vine yo desde Katowice... cómo dirían los portugueses: ¡puta que pariú!

Poco humor para escribir esta entrada, un día para olvidar... Menos mal que en una semana estoy en Grecia :)